Hablar de Spotify es hablar de cifras ampulosas: más de 140 millones de usuarios, más de 60 millones de suscriptores de pago y presencia nativa en 61 países, además de una buena y prometedora relación con Tinder y con el gigante chino Tencent.
Está claro que el audio en streaming funciona. Y una de las funciones que logran atrapar el interés de los usuarios es la enorme comunidad de playlists. Para todos los gustos. Bandas sonoras alternativas u oficiales para videojuegos, pelis o series de actualidad: un enorme ecosistema que no para de crecer y descubrirnos nuevos artistas y nuevas tendencias musicales.
Y aquí radica la novedad. El pasado verano Spotify propuso una nueva funcionalidad dentro de sus playlists: vídeos. Ah sí, y encima verticales. Aunque ya sabemos que esta es una batalla sin claros vencedores. Hasta ahora, estos clips estaban recluidos a los pequeños spots publicitarios. Pero frente al podcasting o a la visualización de letras, este cambio sí supone una pequeña revolución. Veamos por qué.
Una tendencia incierta
Es común leer que la industria de la telefonía ha transformado el mundo de la fotografía. Y no es mentira. Pero también ha hecho lo propio con la música: si Napster y las redes P2P supusieron un evidente empujón hacia la democratización musical, hacia el descubrimiento de bandas y estilos impopulares en cada rincón del planeta, la segunda gran transformación vino por parte de la telefonía móvil.
Sin trampa: el móvil es el principal dispositivo de escucha. Más aún: escuchar música es la tercera función que damos a nuestros smartphones, tras el uso propio de Internet y las redes sociales.
¿Y qué tiene que ver el vídeo en todo esto? Lo expondremos a través de un ejemplo sencillo: aún con el magno imperio de Spotify, Youtube sigue dominando el streaming de música en todo el planeta. El 25% de la música que consumimos es a través de una plataforma concebida originalmente para el vídeo.
Mientras lees estas líneas, algún usuario está montando la enésima radio de vaporwave y recibiendo donaciones por tenerla en marcha 24 horas al día. ¿De dónde viene toda tendencia? ¿Qué nos estamos perdiendo?
Absolutamente nada. De eso se trata. Es fácil encontrar en estos vídeos comentarios entre los más votados diciendo algo como «esas imágenes complementan estas canciones a la perfección». Estos ratios de consumo dicen mucho de nuestros hábitos, de esta relación directa. Disfrutamos de nuestros artistas con los oídos, pero también con los ojos. No en vano, estamos viviendo una edad dorada de músicos en vivo. Quién lo diría, tras el apogeo de los «músicos de dormitorio», se gira más que nunca. Y en Spotify no son ciegos.
El mundo de los lyrics videos
Es una obviedad: la fórmula imperante sugiere que, para promocionar un nuevo lanzamiento, debes desmadejarlo en temas independientes y presentar un clip por cada canción; al menos, entre las más escuchadas. Todo el mundo lo hace. Y lo que comenzó como una tendencia para bajos presupuestos —los lyrics videos— acabaron haciéndose tendencia.
No bromeamos. Decía Danny Lockwood para CNET, vicepresidente senior de producción creativa y vídeo en Capitol Music Group (Universal), que el lyrics video se convertiría en una costumbre, la «primera pieza de contenido que se publicará, ya que es más rápido y menos costoso de producir, el primer lugar preferido para escuchar la versión oficial de la canción». Y aprendérsela.
Algunos artistas, de hecho, lo prefieren como herramienta creativa y artística. Como decía Scarlett Rabe, dota de mayor profundidad y valor comunicativo a cualquier pieza: «te envuelve con el significado, en lugar de ver a alguien haciendo twerking o ese caos que está sucediendo en el video oficial».
Vertical u horizontal… pero con propiedad
Tanto el vídeo vertical como el horizontal pueden encontrar nuevos matices en la pantalla de 6 pulgadas OLED Full Vision a resolución 2K del nuevo LG V30, con un ratio 2:1 y HDR10 real.
Aunque para hablar apropiadamente del LG V30 también hay que hablar de una tal Bang & Olufsen, esa compañía que murió y renació hasta en dos ocasiones, una cuando los nazis incendiaron su fábrica por negarse a colaborar en la producción de radios y otra en 2008, cuando la crisis mundial llevó a reducir su plantilla al 50%. Hoy día son una de las empresas de audio más respetadas y solicitadas tanto por fabricantes de automoción como por empresas de electrónica.
La relación entre LG y B&O es tan directa que ha llegado a confundir a más de un periodista especializado. Ya lo hemos dicho: audio y vídeo han encontrado su hogar en el smartphone. LG ha entendido esto a la perfección: en cada caja de un V30 se incluyen unos audífonos B&O valorados en unos 150 euros.
Buscando la excelencia
Decíamos que la relación de aspecto es una ventaja en estos casos. Con un ratio cuerpo-pantalla del 81,2%, más espacio siempre implica mayor flexibilidad en cuanto a la reproducción de contenido vertical gracias a distintas relaciones. Pero también un mayor nivel de contraste y mejores ángulos de visión gracias a sus características HDR.
Y cierto es que el smartphone se ha convertido en la sala de exposición del audio mundial, pero no todos los terminales apuestan con la misma determinación por ofrecer DAC y auriculares de calidad. El V30 de LG propone un conversor Quad DAC de alta fidelidad, con un completo set de ecualizadores y filtros predefinidos para mejorar el sonido.
Este DAC de 32 bits fabricado por ESS es un modelo SABRE ES9218P, considerado un prodigio de ingeniería al reducir ostensiblemente el ruido de señal y ofrecer una respuesta sin falsear la señal original. Lo que, en román paladino, significa que la música suena más amplia y coherente. Siempre y cuando la fuente emisora y los auriculares den la talla con lo ofrecido, por supuesto.
No lo olvides cuando te encuentres ante algunas de tus series favoritas entre playlist y playlist. Y sí, en Spotify.