La devoción por la faceta técnica provoca monstruos. La frase que Goya tenía en mente no era exactamente así, pero ya nos entendemos: hablar de una pantalla de un smartphone tal vez sea fácil, hacerlo de la capacidad de iluminación de los distintos sensores de la cámara, no tanto.
Sin el menor miedo, nuestros lectores Alberto Gil, Aingeru Arza, David Domínguez y Francisco García se han puesto a los mando del nuevo LG V30 y han podido explorar cada recoveco de este sistema.
Como en anteriores secciones, las reglas son idénticas: realizar una review pormenorizada de cada faceta. Y el premio, el mismo sobre el que realizan el análisis: el propio LG V30. Juzguemos pues.
Mira hacia la(s) cámara(s)
Cámaras, en plural, por supuesto. Este LG V30 ha nacido con vocación de estrella, a juzgar por sus especificaciones técnicas: graba a 4K, cuenta con función Point Zoom, ideal para encuadrar sobre un punto concreto y mantener la estabilidad, y su doble sensor cuenta con una lente de cristal F1.6 Crystal Clear que recoge hasta un 25% de luminosidad extrafrente a otros rivales.
Sus dos lentes, una principal de 16MP y gran angular de 120 grados, y una segunda f/1.9 con 13 megapíxeles de resolución parecen suficiente músculo para satisfacer cualquier necesidad diaria. Pero no somos nosotros quienes tenemos la última palabra.
Eso sí, las dos cámaras son importantes. Dos cámaras que ayudan a que todo se vea «muy bien en la mayoría de situaciones. El gran angular se ve un poquito peor en condiciones de baja luz» pero aún «ha sido la cámara que más he utilizado porque es algo que no tiene el resto de terminales y le da un toque distinto». ¿Algún deseo para el futuro? «El modo retrato», según Alberto.
En cuanto al vídeo, «la estabilización no es la mejor pero la calidad de imagen, sobre todo si grabamos en 4K para verlo en 1080p, es una pasada. Tenemos la opción de grabar sonido en Flac. Este terminal lleva varios micrófonos en distintas posiciones que nos permiten que al grabar un sonido sea en estéreo», aún cuando «muchos terminales de gama alta aún graban en mono».
Francisco incide en ese sonido que logra «la grabación de vídeo. Es impresionante. Creo que es un teléfono para gente que quiera crear contenidos».
Por parte de Aingeru, su primera impresión fue directa hacia el gran angular. Aunque donde más se ha sorprendido, apunta, es en el modo vídeo: «es increíble. Tiene el modo cine, que aporta unos resultados muy profesionales en comparación con cualquier otra capa software que se pueda incluir en las cámaras de otros smartphones».
El gran angular, desde luego, se ha convertido en el protagonista de las pruebas: «tiene sus puntos creativos y de hecho lo he utilizado al final más de lo que yo pensaba, a pesar de que me gusta más la configuración de teleobjetivo. Se nota ese plus de luminosidad y realmente los archivos RAW, en los que no influye nada el software, son captura pura y dura de la cámar», nos comenta David Dominguez.
De vuelta al vídeo, según David, el LG V30 se corona a través de sus distintos Modos Cine: «La grabación de vídeo me ha parecido sin duda el mejor aporte mejor de este teléfono, ya que gracias a esa «serie de filtros» donde ajustan «la luz, los colores» y demás, se logra que el «típico vídeo casual que grabas, a tu hijo, a tu mascota, a lo que sea» se vea de forma mucho más profesional. «Estuve en un concierto en directo grabando con volumen muy alto y el hecho de poderle regular en vivo estos parámetros me parece un plus».
¡Música maestro!
Pero vídeo sin audio es como imagen sin luz. Sabemos que LG ha apostado por un DAC de 32 bits tutelado por Bang & Olufsen y que el resultado final, tanto a través de los altavoces como de los auriculares que incluye de serie, son muy exigentes. Pero, ¿hasta qué punto? Para ir calentando, Francisco García nos pone los dientes largos: «a cualquiera que le guste el sonido, o que sea un audiófilo, creo que este es EL teléfono. No hay ningún teléfono que se le parezca en este apartado».
Nuestro lector David Domínguez asevera que «es muy bueno. El sonido es indiscutiblemente lo mejor de este teléfono. Además, más que la cámara, el audio es el apartado que verdaderamente diferencia este teléfono de otro.
Y parece que el añadido de unos auriculares que por sí mismos cuestan 150 euros no ha pasado desapercibido. Como algunos periodistas han apuntado, sorprende encontrar el logo de Bang & Olufsen a mayor tamaño que el de la propia LG. La relación entre los expertos en audio daneses y los de Corea del Sur ha resultado especialmente fructífera.
«Los auriculares que vienen son de B&O y son cómodos, con una forma un tanto extraña. Pero dan muy buen resultado, no están muy coloreados, no abusan de frecuencias graves, no tienen unos agudos demasiado cristalinos: muy equilibrados. Te evitan el tener que invertir en unos buenos auriculares. Tanto estos auriculares como la tarjeta de sonido justifican por sí mismos ese precio que tiene el V30»., concluye David.
Alberto Gil incide en el «Quad Dac», que minimiza la distorsión y aporta filtros de alta fidelidad, «que también tenía el G6, pero en este caso viene un poquito mejorado, y te incluye unos auriculares que te permiten aprovecharlo». Además señala que en algunos terminales no se aprecian cambios moviendo la oreja por el altavoz frontal mientras que en el V30 la música «se sigue escuchando» igual de bien. «Aparte, incorpora otro micrófono en el frontal que se utiliza para algunas cancelaciones de sonido».
Un apunte curioso que señalan varios de nuestros reviwers: «sonido con el altavoz nativo es muy bueno; una vez lo tienes en las manos diriges el sonido, lo focalizas. Me esperaba algo peor por mi experiencia con otros terminales, de que tapas el altavoz o vibran». No así «en este», concluye Aingeru Arza.